padrino o mayoral
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padrino o mayoral
¿PADRINO O MAYORAL?
Muchos padrinos afrocubanos de la actualidad son una réplica, por su compostura dictatorial, de los mayorales o capataces del siglo XIX. Contra tan situación cada religioso debería pensar y comportarse según su ‹‹Ìtan o Ita›› (lectura del orácacheton) y no por la imposición caprichosa de sus mayores. Toda aquella persona que tenga determinado su Ángel de la Guarda y su signo de Ifá de hecho, tiene un modelo de comportamiento ancestral (Òrìșà) y un destino particular que cumplir (Odù Ifá). Por esta razón, no debemos permitir ser dirigidos por nadie ni ser esclavos de nuestros instructores religiosos. Sencillamente, el padrino orienta y da a conocer la verdad inserta en nuestro Odù particular. Existen ciertos métodos que utilizan algunos mayores instructores para convertirse en nuestros mayorales y el de nuestras familias, ejemplo de ellos son:
1.- El desconocimiento sobre las situaciones que se nos presentan, que se resuelven por si solas.
“Por ejemplo: a cierta persona se le presenta un viaje al extranjero, algo muy añorado por la mayoría de los cubanos. Esta persona desconoce que no existen impedimentos en lo absoluto para que se lleve a cabo el añorado viaje excepto, ciertas irregularidades propias de la burocracia y de malos manejos en la tramitación, que demoran la culminación del viaje, cosas que de una manera u otra tienen solución viable. Pues bien, esta misma persona se acerca a uno de los referidos ‹padrinos mayorales›, este la consulta, le habla respecto al viaje y le indica una limpieza o un sacrificio. Por supuesto, a los días se concretan todos los trámites y se realiza el viaje. Si por alguna razón esta persona cuando, regresa no le trae un suntuoso regalo al padrino: ¡Se la Buscó! El ‹padrino› le hace creer a todos los ahijados que esa persona es una malagradecida; que gracias a él, ella pudo viajar; que ella está en deudas con sus Santos; que desde ahora le viene el castigo y más nunca podrá hacer otro viaje; etc., etc., etc. La única opción que tiene esta persona, es enfrentar el reto y desdeñar todas esas blasfemias o someterse a su autoridad y de hecho, se convertiría dicho ‹padrino› en su ‹mayoral›”.
2.- La coacción que se usa esgrimiendo el supuesto descontento de las divinidades.
“Es un método muy común que algunos ‹padrinos› hablen por boca de los santos para imponer sus caprichos y lograr iniciarte dentro del sistema de Òșà Ifá, generalmente sin razón alguna. Utilizan frases como: Şàngó te reclama y no puede esperar más por tu cabeza; Dice Òbàtálà que tienes que coronarte porque vas a perderlo todo en las vida, incluso hasta tu matrimonio; Dice Òşùn que si no haces Santo en un mes, vas a perder la criatura que traes en ese vientre; Hay que prenderte en el Santo antes de que te prenda la justicia; etc., etc., etc. ¡Con este ruido no hay quien duerma! Por supuesto, una persona temerosa y sensible, accedería con la inmediatez que sus recursos le permitan o de lo contrario, imagínenselo; cuanto deberá pasar y hacer para cumplir con los santos o mejor dicho, con la voz de su futuro ‹mayoral›”.
3.- El temor al poder sobrenatural del padrino.
“Mucho se ha dialogado, negativamente, respecto a la brujería y a la hechicería al punto que, se ha creado una imagen bastante peyorativa de los practicantes de los sistemas afrocubanos. Respecto a los santeros, paleros y babalaos, específicamente, se decían horrores en el ayer y se afirmaban que hacían daños con sus brujerías; que mataban personas y hasta que le sacrifican niños a sus fundamentos religiosos. Todavía queda esa imagen en la mente de muchas personas ignorantes y el temor hacia todo lo que se considere una herejía. Pues bien, esta situación socio cultural, a pesar de ser bastante negativa para nuestras tradiciones de origen africano, es utilizada por ciertos ‹‹padrinos››, en beneficio propio. Estos hacen creer que tienen poderes sobrenaturales y que pueden ser capaces de matarte o de virarte la vida al revés, si cometieras una falta en su contra o, sencillamente, si no haces lo que ellos te ordenan. Por ende, si caes en sus manos y eres una de esas personas arraigadas a las fantasías del pasado y sientes temor por el “‹‹Coco››” de hecho, te has encontrado con tu ‹mayoral›”.
4.- Las consultas coercitivas.
“La mayoría de las consultas actuales, tienen un argumento terrorista. Hay ‹padrinos› que se aprovechan de la susceptibilidad propia de los fanáticos y montan una escena macabra durante su oficio adivinatorio. Expresiones como: ¡Dice Oyá que tu hijo tiene que hacer santo antes de los siete años o se puede morir, ese niño es un Abikú (quien nace para morir)!, van acompañadas de gestos y caricaturas faciales, que atemorizan a cualquier madre o padre. Existen otras frases comunes, tan aterradoras como las que aparecen en las películas de terror que ponen, de vez en cuando, los sábados por la noche. Las mismas no valen la pena ser repetidas. Es casi seguro, que todo el religioso y creyente de los sistemas afrocubanos que lea este documento, ya haya pasado por esta experiencia aterradora y muy cara le haya costado. Otros, por su parte, ya son víctimas de un ‹mayoral›, casi imposible de desarraigarse del mismo. Es muy común que las personas que actualmente tienen a su ‹padrino mayoral›, les cueste trabajo encontrar su libertad puesto que, para ello existe la siguiente frase tiránica y opresiva: “Dice el Itá que usted debe de respetar a su ‹padrino› y no se puede separarse de él, porque todo le marchará mal”.
La paradoja es que: “‹‹Todos los padrinos están separados de sus padrinos››”.
Escrito por victor Betancourt Omolófaorò.
Publicado por oggun dowole
Muchos padrinos afrocubanos de la actualidad son una réplica, por su compostura dictatorial, de los mayorales o capataces del siglo XIX. Contra tan situación cada religioso debería pensar y comportarse según su ‹‹Ìtan o Ita›› (lectura del orácacheton) y no por la imposición caprichosa de sus mayores. Toda aquella persona que tenga determinado su Ángel de la Guarda y su signo de Ifá de hecho, tiene un modelo de comportamiento ancestral (Òrìșà) y un destino particular que cumplir (Odù Ifá). Por esta razón, no debemos permitir ser dirigidos por nadie ni ser esclavos de nuestros instructores religiosos. Sencillamente, el padrino orienta y da a conocer la verdad inserta en nuestro Odù particular. Existen ciertos métodos que utilizan algunos mayores instructores para convertirse en nuestros mayorales y el de nuestras familias, ejemplo de ellos son:
1.- El desconocimiento sobre las situaciones que se nos presentan, que se resuelven por si solas.
“Por ejemplo: a cierta persona se le presenta un viaje al extranjero, algo muy añorado por la mayoría de los cubanos. Esta persona desconoce que no existen impedimentos en lo absoluto para que se lleve a cabo el añorado viaje excepto, ciertas irregularidades propias de la burocracia y de malos manejos en la tramitación, que demoran la culminación del viaje, cosas que de una manera u otra tienen solución viable. Pues bien, esta misma persona se acerca a uno de los referidos ‹padrinos mayorales›, este la consulta, le habla respecto al viaje y le indica una limpieza o un sacrificio. Por supuesto, a los días se concretan todos los trámites y se realiza el viaje. Si por alguna razón esta persona cuando, regresa no le trae un suntuoso regalo al padrino: ¡Se la Buscó! El ‹padrino› le hace creer a todos los ahijados que esa persona es una malagradecida; que gracias a él, ella pudo viajar; que ella está en deudas con sus Santos; que desde ahora le viene el castigo y más nunca podrá hacer otro viaje; etc., etc., etc. La única opción que tiene esta persona, es enfrentar el reto y desdeñar todas esas blasfemias o someterse a su autoridad y de hecho, se convertiría dicho ‹padrino› en su ‹mayoral›”.
2.- La coacción que se usa esgrimiendo el supuesto descontento de las divinidades.
“Es un método muy común que algunos ‹padrinos› hablen por boca de los santos para imponer sus caprichos y lograr iniciarte dentro del sistema de Òșà Ifá, generalmente sin razón alguna. Utilizan frases como: Şàngó te reclama y no puede esperar más por tu cabeza; Dice Òbàtálà que tienes que coronarte porque vas a perderlo todo en las vida, incluso hasta tu matrimonio; Dice Òşùn que si no haces Santo en un mes, vas a perder la criatura que traes en ese vientre; Hay que prenderte en el Santo antes de que te prenda la justicia; etc., etc., etc. ¡Con este ruido no hay quien duerma! Por supuesto, una persona temerosa y sensible, accedería con la inmediatez que sus recursos le permitan o de lo contrario, imagínenselo; cuanto deberá pasar y hacer para cumplir con los santos o mejor dicho, con la voz de su futuro ‹mayoral›”.
3.- El temor al poder sobrenatural del padrino.
“Mucho se ha dialogado, negativamente, respecto a la brujería y a la hechicería al punto que, se ha creado una imagen bastante peyorativa de los practicantes de los sistemas afrocubanos. Respecto a los santeros, paleros y babalaos, específicamente, se decían horrores en el ayer y se afirmaban que hacían daños con sus brujerías; que mataban personas y hasta que le sacrifican niños a sus fundamentos religiosos. Todavía queda esa imagen en la mente de muchas personas ignorantes y el temor hacia todo lo que se considere una herejía. Pues bien, esta situación socio cultural, a pesar de ser bastante negativa para nuestras tradiciones de origen africano, es utilizada por ciertos ‹‹padrinos››, en beneficio propio. Estos hacen creer que tienen poderes sobrenaturales y que pueden ser capaces de matarte o de virarte la vida al revés, si cometieras una falta en su contra o, sencillamente, si no haces lo que ellos te ordenan. Por ende, si caes en sus manos y eres una de esas personas arraigadas a las fantasías del pasado y sientes temor por el “‹‹Coco››” de hecho, te has encontrado con tu ‹mayoral›”.
4.- Las consultas coercitivas.
“La mayoría de las consultas actuales, tienen un argumento terrorista. Hay ‹padrinos› que se aprovechan de la susceptibilidad propia de los fanáticos y montan una escena macabra durante su oficio adivinatorio. Expresiones como: ¡Dice Oyá que tu hijo tiene que hacer santo antes de los siete años o se puede morir, ese niño es un Abikú (quien nace para morir)!, van acompañadas de gestos y caricaturas faciales, que atemorizan a cualquier madre o padre. Existen otras frases comunes, tan aterradoras como las que aparecen en las películas de terror que ponen, de vez en cuando, los sábados por la noche. Las mismas no valen la pena ser repetidas. Es casi seguro, que todo el religioso y creyente de los sistemas afrocubanos que lea este documento, ya haya pasado por esta experiencia aterradora y muy cara le haya costado. Otros, por su parte, ya son víctimas de un ‹mayoral›, casi imposible de desarraigarse del mismo. Es muy común que las personas que actualmente tienen a su ‹padrino mayoral›, les cueste trabajo encontrar su libertad puesto que, para ello existe la siguiente frase tiránica y opresiva: “Dice el Itá que usted debe de respetar a su ‹padrino› y no se puede separarse de él, porque todo le marchará mal”.
La paradoja es que: “‹‹Todos los padrinos están separados de sus padrinos››”.
Escrito por victor Betancourt Omolófaorò.
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oggun dowole- Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 11/08/2012
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